Momento presente


Estos días me llegan mensajes políticos, mensajes indignados o propuestas de hacer un referendum mundial… o de implementar nuevas fuentes energías.
Pocos parecen entender que lo que le sucede a la humanidad no es un error ni una equivocación sino sencillamente que ha llegado la hora de superar el nivel evolutivo del ego, para que la humanidad pueda comenzar a vivir en lugar de sobrevivir... para que el miedo (que es la base de sustentación del ego) se transforme en el poder del ser... del ser consciente que todavía no somos... pero... en lo que nos estamos transformando.
Cuando no vemos este sutil núcleo de la existencia, y seguimos creando y trabajando desde el ego, incluido los egos espirituales, es difícil que podamos ver un nuevo resultado que no sea el mismo. Lo que hacemos en realidad es recrear o reformar… pero no hacemos nada nuevo.
Esto es lo que nos enseñaron todas las revoluciones humanas.
Lo mismo sucede con los movimientos de nueva era: si continuamos creando y relacionándonos en el nivel evolutivo del ego todo lo que podemos proponer es un mero sueño... o una repetición.
Creo que la transformación, que sin duda estamos haciendo todos, en mayor o menor grado invisible o visible... es avanzar de la conciencia del ego a la conciencia despierta.
Estar presentes, nada más ni nada menos... pero no se trata de vivir en ese estado durante una hora al día cuando meditamos o durante un fin de semana mientras hacemos un hermoso seminario. Sino de ser capaces de mantener ese estado de conciencia cuando comemos, cuando hacemos cola en el banco, cuando lavamos el coche, cuando charlamos con el vecino, cuando nos duele la cabeza, cuando le explicamos a nuestro hijo que este mes ya le hemos dado suficiente dinero, cuando salimos con los amigos a cenar o cuando nos miramos al espejo, antes de juzgar lo que vemos.
Mantener el estado de conciencia despierta solo requiere práctica… solo requiere acordarse… y es una cuestión de tiempo que muchos de nosotros podamos mantener ese estado de conciencia durante la vida cotidiana. Ahora, a mi por ejemplo, me ocurre algunos segundos al día… a veces viene espontáneamente un flash de conciencia despierta que dura unos instantes… a veces pasan semanas en las cuales estoy totalmente inconsciente. A veces, solo soy plenamente consciente de que no estoy consciente… (y ya es un principio de conciencia). Más o menos veo a mi círculo de amigos en ese nivel, algunos incluso más dormidos todavía a pesar de todas las técnicas que practican. 
Por eso me gusta recordar: el ego no sobrevive en el presente!.

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