EL DESPERTAR

El despertar

Ahora es el tiempo de despertar la conciencia, puede ser un proceso gradual o puede ser instantáneo... depende de cada uno y de las resistencias que tengamos, del miedo al cambio o... sencillamente de la necesidad interior de seguir experimentando el sufrimiento del mundo del ego.

A veces el despertar va y viene... de a ratos, como siguiendo impulsos de vida o la vieja inercia de la muerte... quiero decir la mente. que en realidad es lo mismo. La mente no conoce la vida. 

Estamos viviendo en un momento excitante. Este despertar, esta iluminación, es posible ahora mismo. Solo es preciso dejar de identificarnos con los pensamientos. 

Es decir que ni siquiera tenemos que calmar la mente; no se trata de controlar nada, no se trata de dejar de pensar, solo hay que poner la atención, en otra parte, por ejemplo en la sensación de vitalidad del cuerpo. Lo que Eckhart Tolle llama el campo de energía interior del cuerpo, o cuerpo interno.

No se puede sentir el cuerpo y pensar al mismo tiempo. Por eso, dirigir la atención a la sensación de energía del cuerpo nos ayuda, nos arraiga en el ahora.

Si te resulta difícil, al principio puedes seguir la respiración, observando su movimiento, siguiendo el flujo del aire. Sin cambiar el modo de respirar. 

El hecho de observar la respiración, por si solo, poco a poco, permite que la misma respiración se haga más profunda. 

El camino de la presencia es sencillo; solo requiere practicar cada vez que te acuerdes. A veces ayuda ponerse un despertador, por ejemplo cada hora, cada vez que suena la alarma ¡¡¡ahhhh! 5 minutos de estar atento, observando... o siguiendo la respiración. O llamar por teléfono a una amiga o amigo y estar unos minutos en silencio, presentes, sin hacer nada...