EL SOL

EL SOL


El Sol es una de las señales visibles, más radiante y tangible del centro espiritual. Es una puerta de comunicación con el Centro de la Creación, del cual es un pequeño gran reflejo. 

Detrás de la luz del sol hay muchas otras fuerzas, enseñaba Omraam Mikhäel Aïvanhov... El Sol es el servidor del Ser. 
Es inteligencia sublime, transmisor de la voluntad divina, fuente inagotable de riquezas con las que podemos alimentar nuestras células. 
Lo conocemos solo como una bola incandescente que calienta a la Tierra y hace crecer los frutos, las flores, los árboles, esto no es nada comparándolo con lo que estamos llamados a conocer.

El Sol simboliza el cielo, es su imagen, su resumen, su reflejo. 

¿Qué puede enseñarnos si lo miramos? El Sol está vivo, vibra, brota, calienta a todas las criaturas, ilumina. Nos inunda con la Luz, el Calor y la Vida. 
Es la expresión del Cristo Cósmico. Nos permite contemplar en su Luz el rostro de la Divinidad. Por esto los pueblos ancestrales lo adoraban. O la adoraban. En el Sol no hay género. El Sol para unos, la Sol para otros. Inti para los incas, Ra para los egipcios, 

Es esencial comprender la importancia espiritual que puede darnos tener una relación con el Sol... y con la Luna. Pero primero hay que acercarse al Sol.

Nuestro desarrollo espiritual se acelera cuando nos acercamos e él. Aprendamos a mirarlo y como enseñaba Omraam Aïvanhov, aprendamos a penetrar en él. 


Sí, todos los medicamentos, todas las quintesencias que los químicos han logrado extraer y preparar vienen del Sol… con solo enfocarnos en el Sol podemos captar y tomar en su pureza original los elementos necesarios para la salud y la armonía. Incluso alimentarnos de prana!